Jandilla se cae en Valencia En la sexta de abono del ciclo fallero, se lidió una corrida inválida de la ganadería del hierro de la estrella de seis puntas. Desde el primero hasta el último toro mostraron una manifiesta falta de fuerzas que mostraron a unas reses inválidas para la lidia y donde la emoción brilló por su ausencia, pero como todos ellos –desde el primero hasta el último- humillaron y se dejaron torear con su embestida pastueña, algunos creyeron ver otra cosa. Unos por ignorancia y otros porque se han encomendado a la misión de que el instaurado medio toro, vaya camino del cuarto y mitad. Como mucho. En los tendidos la gente se dedicó a pasar la tarde como mejor pudo y a falta de espectáculo en el ruedo, se divirtió con los desafinados gallos de la banda de música, así como entrando y saliendo de sus localidades como Pedro por su casa, unas veces al excusado y otras rellenar en las cantinas lo antes eliminado.
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