miércoles, 22 de marzo de 2017

La emoción puede con todo

La contracrónica - La emoción puede con todo

En las puertas de la plaza durante los minutos previos al paseíllo, se notaba la expectación suscitada por el cartel de esta séptima corrida de la Feria de Fallas, con unos tendidos de Sol abarrotados y una buena entrada en la Sombra.
El ganado –Victoriano del Río- resultó en general escaso de fuerzas y rajado, con la excepción del tercero y del quinto que se dejaron, o que fueron manejables, como se suele decir dentro de la línea del medio toro.
El público que asiste a los festejos es soberano en cada uno de ellos y por eso debe preocupar el hecho de la permisividad que muestra con los bajonazos o con que el tercio de varas sea tarde tras tarde un simulacro de suerte en la que los toros se estampan contra el muro formado por peto y caballo.
Ante tanta sosería, llama la atención el modo tan caluroso en que llegó a los tendidos la vibrante faena de Román a Amante –el citado tercero de la tarde y primero de su lote- con evidentes imperfecciones pero cuajada de sentimiento y emoción, como también lo hubo en el tercio de banderillas protagonizado por Curro Javier al quinto o Raúl Martí al que cerró el festejo.








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